lunes, 3 de diciembre de 2007

...de la atención


Hoy, mientras viajaba desde Ancud a Castro, igual que siempre ( aunque aún no me siento como bill murray en el día de la marmota ), leyendo mentiras, me detuve en una columna interesante del Artes y Letras del domingo recién pasado.

La columna habla de nuestra relación con las cosas, en cuanto a la atención que les prestamos o la distracción con que las omitimos. O sea, habla de la maravilla de la selección de los que nos llaman y las que no nos llaman la atención. En algún párrafo cita una idea que dice más o menos como " sufrir es darle a una cosa la atención suprema". Terrible. Cierto. Pero no todo a lo que le damos atención suprema nos hace sufrir, ni tampoco el dársela nos hace sufrir, necesariamente. En este sentido recordé inmediatamente una poseía que escribí hace algún tiempo y que es una más de las que pueden visitar en el link que dice - quieres leer cosas que escribí hace años- y que está a la izquierda de la pantalla. Igual puedes no querer. De todas formas, en este caso, para que no te estreses, te la transcribo. Se llama Amorío.

Amorío


Atención

Los sentidos se despiertan para captar el espectáculo,

Presurosos conversan las posibles variantes

No dudan en resolver lo imprevisto,

aunque muy probablemente no han resuelto nada, son imprevistos.


La tensión es un imprevisto predecible;


Atención,

los sentidos dejan fuera las tensiones

A tensión, no dejan paso a sus desagrados.

Hace algún tiempo, la tensión pidió acogida en el grupo,

nadie dudó en negarle la entrada.


Atención,

La primera víctima es el olfato

Se huele un ruido descrito con variedad de colores

Que agudo sabor y áspero sentido estético.

La intensidad aumenta.


Atención,

La tensión aparece de nuevo,

disfrazada de acrecimiento, casi llega a la saturación;

Saturación de distensión.


Atención,

Los personajes ríen relajadamente,

Esta vez si que jugarán solos

Solo así lograran describir,

masticar los colores y los olores

en superficies y en melodías;


Atención,

Un imprevisto no previsto,

no es la tensión enemiga

es el amor,

no sabe jugar,

es aperciba,

es agresiva

es ella…

¿cómo contará lo que pasa?


El juego cambia ineludiblemente

nunca podrán preverla

ella es quien manda

y decide cuando juega

y cuando puedes verla.



13-02-2006,

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