lunes, 10 de septiembre de 2007

Soldaditos de plomo


Los tambores, los caballos y las botas. las espadas y las trompetas. Se anuncia el cambio de guardia. El palacio està rodeado de turistas con càmaras esperando el momento clave para capturar alguna imagen de lo que consideran un buen recuerdo.El estandarte se asoma por el portal de la casa de gobierno mientras el oficial a cargo da las instrucciones en monosìlabos. Demuestra que los movimientos coordinados de los subalternos se generan a partir de un còdigo que nadie màs que ellos mismos entienden, que importa...... los fusiles se mueven de atras para adelante al mismo tiempo. El segundo de la fila de atràs equivoca el movimiento y su bayoneta cae al suelo. Todos lo advertimos, incluso sus compañeros, que sin girar sus cabezas, abren los ojos indicando que el error le costarà caro. La banda de guerra comienza la ùltima pieza y con ella las botas comienzan a golpear el pavimento mientras el grupo de guardias avanza hacia la puerta del palacio para comenzar su estàtica labor. Los soldados de plomo se ubican en sus pedestales y el dìa continùa con las preocupaciones de siempre. Hoy me acerquè a la guardia de palacio para entregar una bayoneta que no ha entrado en nadie màs que en el lente de cien brasileños. A seguir caminado.-

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